lunes, 24 de marzo de 2008

Vida de contrastes


Con todo esto del Ying y el Yang, que si la clonación o la naturaleza, que si el partido amarillo o el azul, que si el matrimonio o la libertad, que la carta o el mail, que si el respeto o la guerra, que si sí o que si no... Mi versión filosofica me propuso identificar algunas contrariedades que cotidianemente vivo.

ºAl vivir sólo, me ha pasado que la alacena y la cartera me dicen que no voy a comer, ese día sale una invitación con clientes, en la agencia o con amigos a comer en paredes y vajilla de lujo con buena companhia.
ºMe gusta escribir y lo hago con la izquierda, me late el futbol pateo con la derecha.
ºSoy miembro de una familia unida, que vive separada.
ºTrabajo en publicidad y no veo la tele.
ºMe va bien y le busco el pelo en la sopa, me va mal y le veo la parte positiva.
ºMe gustaría componer a veces el pasado, me gusta predecir y moldear a mi manera el futuro
ºDisfruto los buffetes, no me gusta la opinión de la báscula.
ºTengo un celular que hace todo menos recibir llamadas.
ºA veces tengo el control, no siempre tengo la tele.
ºMe gusta hacer música, no se usar un ipod.
ºAntes me faltaban ahorros para viajar y me sobraba tiempo, ahora tengo ingresos más frecuentes y el calendario no da buenas noticias para hacer maletas.
ºSiento que no soy de aqui ni soy de alla.
ºMe apasiona el arte, no me encanta el sabor a vino.

Creo que los contrastes nos llevan a elegir por un camino, a tomar decisiones... ¿Qué habrán sentido nuestros heróicos personajes Melón y Sandía, al ser enfrentados como boxeadores en Las Vegas?

Mientras pienso en los pantones de las experiencias, la mesera me despierta de mi momento autista del día para preguntarme: ¿Café americano o té oriental?

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡carnalazo! tienes ángel viejo. No dejes de postear. Me da gusto que la vida te trate como mereces. un abrazo.
el Héctor