Gatorade. Está en mí.

5 K!!!!!!!
No, no me refiero a un rango de ventas por multinivel, sino a 5 Kilómetros nocturnos bajo el agua!!

Carrera Nocturna de Gatorade. México D.F. Ciudad Universitaria. Lluvia acosadora. Meses sin entrenar.
Inscrito con el número 5668.

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Seguí lo que hubiera hecho cualquier profesional del deporte. Una noche antes, me comí una pizza familiar atendiendo al mito que indica que te dará fuerza. Me dormí relativamente temprano y desperté 6 horas después del amanecer.

En todo el día, traté de no cansarme. De no desperdiciar ni una micro partícula de energía.


Llego la hora de dirigirme hacia el majestuoso escenario de C.U. mi mente estaba tan preparada que ignoré los nervios de pensar que podrían hacerme una prueba antidopping por exceso de pizza en mi organismo.

Tenía que lograrlo. Mi reto era más grande que el de aquel azteca que llevaba pescado fresco desde veracruz hasta la Gran Tenochtitlan. Yo llevaba conmigo unos chocolates para darme calor ante una lluvia férrea.

Encontrar amigos tan queridos antes de la carrera te motiva e inspira a dar el máximo. Formados ante la línea de salida, 6 mil almas entonaron el sonido que más enfría la piel pero calienta la sangre a los mexicanos, El Himno.

Arrancamos!!! Dejé gente atrás de mí, mis piernas respondían al máximo, como si estuvieran en sintonía con mis pulmones. Mis poros comenzaban a dilatarse, y me daba cuenta que era parte de una ola amarilla. Mi nariz no dejaba de comprimirse y descomprimirse, para darme aquello que nos da vida y a su vez nos oxida.

Kilómetro 3 y medio, mi cuerpo me recuerda que no somos atletas (bueno según Nike si lo soy), pero en ese momento disminuyo mi paso, apliqué el paso de marchista (que aprendi en la tele), y me disponía a llegar así hasta que una palmada fuerte en el hombro izquierdo me da el empujón y ánimo que hacían falta: ¨¡¡Vamos muchacho, vas muy bien!!¨ La voz de un señor cercano a los 40 años, que me presumía su velocidad.

abramcrombie, nuevamente retomó su galope, y atendió a la invitación de un Gatorade que brindaban en cada kilómetro un equipo de hidratadores. Me sentía como todo un atleta. Según yo había 2 helicópteros y 8 cámaras frente a mí, siguiendo mi carrera. Por lo que el calor y mi pseudo glamour, me hizo llevar el líquido isotónico azul a mi cabeza, para que a su caída refrescara mi cuerpo.

ERROR¡!!! Gatorade hidrata, pero no es buena idea llevarlo a los ojos!!!! Por más de 100 metros corrí gritando y revolucionando mis pestañas!!! Aaaaaaah, que hice!!! Todo por hacer un drinking shot espectacular!!!

Gracias a la lluvia, me pude enjuagar, y me dirigí con todo mi ímpetu hacia la meta!!!!!! Me terminé el cartucho de fuerza dedicada a aguantar un árbol, y el cansancio era opacado por ese anhelo y sensación de cruzar la meta. Sólo recuerdo escuchar porras y aplausos, y ya podía oler mi medalla.

28:47 minutos!!! Lo logré!!! Fue buen tiempo!! Tomando en cuenta que fui el lugar 777 de la carrera, y que después de los 30´ la pizza es gratis!!!