Galán de Balneario

Tenía todo listo para lograr una noche perfecta.
Actitud, camisa negra, jeans rockeros, los boxers de la suerte
y hasta bufandita oriental con pretexto de bajas temperaturas
pero la verdad era para andar de farol.

El cabello se acomodaba como modelo de Xiomara,
mi panza estaba de buenas
y no se parecía a la del domingo "futchelero".
Ese día la garganta tenía un virus favorecedor,
que me hacía escuchar como cazador.

No faltaba nada para tener onda ese día.
Hasta que me di cuenta que ningún frasco de loción tenía líquido.
NO-PUEDE-SER!!!!
National Geographic dice que las especies se atraen
por su cateo aromático.
Cómo ibamos a seducir el olfato femenino,
sin nuestro acertada escencia viril y ligadora??

MILAGRO.
La revista que nos regalaron en el último evento
trae una muestra de fragancia. YEEEEEEEEEEEEEEAAAAAAAAAAHH!!!!
Me empapo del líquido como catársis
a mi ritual de galán de balneario.

Hasta que SNIF SNIF. Algo huele mal.

ESE DÍA ODIÉ LAS FRAGANCIAS QUE POR VENDER MÁS, LANZAN SU EDICIÓN "FOR WOMAN".
Ahora olía a mushasha!!!! NOOOOOOOOOOO!!!!

Llegaré a la fiesta y atraeré justo lo que no quiero???
Me tomarán como su best friend, en vez de su machín???
Me riego ahora cerveza??? Corro y sudo?? Qué hago???

El tiempo corre y es hora de salir. No podemos restar puntos.
Cambio de ropa, cambio de estrategia.
Seguíamos destilando rosas.
Maldito Beckham los hombres no teníamos estos problemas.

Lo teníamos que solucionar...
El botiquín, la alacena,
YA SEEEEEE!!!
Mi salvador ese día, fue el jabón Rosa Venus
de dudosísima procedencia.

Finalmente la fiesta cumplió la estadística.
Había más tornillo de lo solicitado.
Terminamos hablando de futbol, coches y de las austentes.
Hubo concurso de tacos con harta salsa y cebolla.
Si el alcoholímetro me hubiera atrapado,
habría reportado el aroma a una dama
ebria, barbona y malacopa con olor a garnacha.